Gritos de auxilio.

Mentiría si dijera que la publicación de esta entrada es planificada. Las otras dos sí lo fueron, pero esta no.

Quiero hacer hincapié en el tema del maltrato, no voy a ir con rodeos. Muchxs progenitores hacen daño a sus hijxs autistas, creyéndose superiores por no tener esta condición. Hijxs que sufren, que lloran, que desean ser liberadxs. Y hay progenitores que siguen oprimiéndoles.

El maltrato de adultos a menores de edad es muy común. Se sigue creyendo que es por disciplina o por algo similar. Se sigue creyendo que estamos bajo la total tutela de quienes nos «dieron la vida». Pero no es cierto. Ahora hay Derechos del Menor, ahora hay leyes que (supuestamente) auxilian al menor si es maltratado. La triste realidad es que no es así. Se sigue callándolxs, y pensando que sus padres son quienes salvaguardan por ellxs.

Hay padres abusivxs. Y eso es de lo que la gente no se da cuenta. Yo sufrí y sufro maltrato psicológico. Pero no tengo pruebas, y soy menor. Si denuncio, quién sabe a dónde iré. Por mucho que me digáis que no, se me van a complicar más las cosas. No quiero ir a una casa de acogida. No quiero separarme de mis amigxs del instituto. No quiero dejar de estar en mi casa. No quiero despegarme de lxs demás sólo porque mis padres estén anulando mis derechos humanos.

Mentiría si dijera que no me estoy reprimiendo las ganas de llorar. Hoy mi padre me ha dicho que o me corto el pelo o me incomunicaría de todos lados. No es sólo eso. En mi casa cada vez se está prohibiendo más fuerte el hablar del síndrome de Asperger o del TEA. Me ignoran, dicen que no tengo nada, me anulan, evitan mis problemas. Me dicen que me calle. Me llaman comunista en sentido de mofa, por mi ideología política, que está cercana al comunismo. Le dije a mi madre que podría tener un trastorno de la conducta alimentaria y ha pasado de mí. Le estoy diciendo que quiero ir al psicólogo y pasa de mí. No quiere saber nada. Es que no me dejan ni decidir por mi pelo.

La sociedad debería prestar más atención a la gente menor de edad en vez de vernos como incapaces. He dicho.

Deja un comentario